Todos tenemos un lado oscuro. Es ese lado que dice la gente que contiene tus íntimos secretos, los que no quieres que nadie conozca porque son más bien malignidad que pequeñas cosas tuyas que consideras íntimas. Es ese lado que oculta tus mayores defectos, en muchos casos esos que te provocan vergüenza propia, de los que no puedes deshacerte y que entonces ocultas en el rincón más profundo. Es ese lado donde se encuentran los gustos más refinados, esos pequeños placeres que mantienes a resguardo pero que en ocasiones te atacan sin querer que sobresalgan.
Todos tenemos un lado oscuro. Es normal, inconscientemente todos desarrollamos una curiosa habilidad para la bipolaridad, no necesariamente extrema en el sentido que la conocemos, pero todos somos personas de luces y sombras, a todos nos gustan unas cosas y luego otras un tanto contrarias, porque nos gusta experimentar o quizá porque nuestra complejidad nos impide encasillarnos en algo específico. Llamarlo lado oscuro igual no es exactamente acertado, porque inconscientemente equivale a ponerle una etiqueta de "malo", y es complicado saber qué es lo "bueno" y qué lo "malo" dentro de tu personalidad, suponiendo una normalidad media.
Soy una persona de lados oscuros. La mayoría de las veces porque tengo una personalidad autodestructiva que siempre está latente, no es algo que tenga escondido en un rincón y que de vez en cuando se presente para saludar. En los mundos oscuros las cosas siempre se ven de diferente manera porque no te mueves por las sensaciones de la gente, no te mueves por las motivaciones que provocan al mundo. Odio las expectativas, aunque mi lado "luminoso" no pueda evitar generarlas. Odio que la gente espere cosas de los demás, de la vida, de las circunstancias. Odio que siempre se quiera más que lo que hay, que las expectativas sean una forma más de avaricia. Odio que a los demás no les parezca mal querer o esperar. Odio generar expectativas, porque no puedo cumplir lo que los demás esperan de mí y porque me obligan a sentirme mal por no cumplirlo.
En los mundos oscuros no puedes esperar nada de nadie porque la gente es. Sin añadidos. Sin reacciones ante las acciones. La gente hace y deshace y nada más. Y no puedes esperar cosas porque no puedes esperar conseguirlas. Y porque no puedes hacer sentir mal a nadie. Y porque tu destrucción se queda contigo y no toca a los demás.
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