Siempre tienes que tener a mano una hoja cuando quieres escribir. Y si resulta que nunca escribes, siempre puedes usarla para hacer papiroflexia (origami para los “entendido”). Yo hace tiempo que no escribo porque no quiero, pero me he hastiado de tanto leer; a veces sólo hay que quedarse callado, cuando lo que unos dicen es tan triste como patético. Pero libertad de expresión, señores, y de opinión. Y ya entramos en debate cuando alguien alegue que se expresa asesinando (que si uno busca, le puede encontrar sentido).
Últimamente uno sólo puede leer crisis, cosas alrededor de ella y más de lo mismo, y aunque me gusta informarme, la realidad es que mi opinión no vale. No creo que me halle en una situación muy crÃtica, y aún sabiendo que puede llegar en cualquier momento, todavÃa debo guardar silencio. Me mantengo observando la situación, sabiendo que no aporto nada, ni a favor ni en contra.
Asà estamos muchos, y asà estaremos. Soy de las que se callan y quejan en espacios reducidos, porque vale más la pena luchar contra todo que intentar ganar. Luchando ganas siempre algo, buscando la victoria puedes perderte.
Estudio y soy afortunada. La educación es mala y sólo puede esforzarme y conseguir sobrevivir con lo que hay. Yo, por lo menos, puedo estar aquÃ. Sé que es probable que salga de esta universidad y no me coma un colÃn, y que haga mil cosas antes que dedicarme a un trabajo relacionado con mis estudios. Pero yo, por lo menos, tengo alternativas.
Y hay gente que no puede estudiar, ni trabajar, ni quejarse ni sobrevivir, y que no haga nada por cambiarla porque me dedico a mi vida; pero también sé que, aun adoptando una actitud egoÃsta, no me puedo quejar de más. Que cada uno tienen sus cosas, pero rayan el absurdo si generalizamos un poco. Porque los mayores problemas que puedo tener yo son suspender exámenes, pero hay gente que matarÃa por poder hacer uno.
Puede haber gente implicada, gente que crea que debe quejarse. Los hay con una idea individualizada del mundo, que piensan siempre en ellos; volcados 100% en causas ajenas; que ayudan poco pero calman la conciencia; que gritan en multitudes que ven salida con la protesta. Los hay de múltiples formas pero luego, duermen en una cama en sus casas. La cuestión es: ¿qué harÃas si estuvieras en el otro lado?.
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