No es que esté especialmente apurada. A pesar de que sea 31 de Enero y que, la verdad, no haya cumplido mucho eso de pasar por aquí, simplemente quiero dejar constancia de que no estoy apurada. Lo digo para un futuro próximo, por si algún día me paso por aquí recordar que en realidad no estaba apurada. No he tomado café, lo juro, y a pesar de que empiezo las clases la semana que viene, mi estado acelerado no se debe a ello. De hecho, ni siquiera sé por qué tengo un estado acelerado, simplemente me parece buena idea dejarlo aquí para tener constancia de que no estaba apurada pero sí un poco acelerada.
El otro día estuve leyendo. Leo las cosas que he escrito muchos años atrás porque pienso que así puedo aprender de mí misma. No creo que sea broma este anuncio televisivo de “desaprender”, en realidad creo que esto se puede dar con más frecuencia de la que creemos. Yo leo lo que escribí hace dos años y me maravillo con mi prosa y pienso que actualmente ese es un don del que carezco o que fui perdiendo por el camino. Pero una, a la larga, se da cuenta de que la vida absorbe la vitalidad y que se vuelve más práctica. Tenía una profesora que decía: “puntos sí, comas no”, y yo siempre he sido mucho de comas por todas partes, pero últimamente veo en los puntos mucho más pragmatismo. Escribes algo y lo termines, continúas con otra cosa como si nada. Así, idea tras otra, nada se amontona, nada parece crear una telaraña interminable de ideas, historias concisas, comentarios abstractos. Practicidad.
A pesar de haber perdido un don, o de por lo menos creer eso, todavía me sigue entusiasmando el hecho de escribir. Hoy tengo la vena literaria porque hacía tiempo que no tenía la oportunidad de ello. Siempre sostengo el hecho de que no escribo todo lo que quisiera por las clases, el estudio, los exámenes y demás, y ahora que estoy de buenas vacaciones no tenía una excusa muy buena como para impedir que eso sucediera. Megaupload me ha dado esa excusa y aunque yo pensara: bueno, definitivamente ni estando de vacaciones puedo escribir, me ha dado ese gusanillo de posar los dedos sobre el teclado. Y así ha sido, me ha costado lo mío, ya que estoy terminando mis vacaciones y he perdido todos los días viendo televisión y leyendo, esto último mucho más fructífero que lo anterior. Estoy bastante emocionada con el hecho de estar escribiendo en estos instantes, aunque no esté diciendo nada. Siempre he dicho que muchas palabras son un desperdicio y aquí me hallo, mareando la perdiz sin decir gran cosa pero queriendo expresar toda mi emoción. Paja, que se llama.
Pero supongo que todas las cosas consisten en eso. Cuando uno quiere aprender a expresarse mejor lee mucho, y a su vez esto le sirve para mejorar muchos aspectos lingüísticos de su vida. Yo quiero volver a escribir como escribía antes, a tener esas ideas renacentistas y esto sólo puedo conseguirlo escribiendo sin parar. Puede que el resultado no sea el que yo espero, pero siempre queda el intento y una buena dosis de humildad para afrontar de nuevo el reto desde otra perspectiva. Yo me propongo escribir como nunca, decir las cosas que nunca dije y ser un poco más descarada en mi vida. ¿Qué os proponéis vosotros?
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