x.Momento: poniéndome bonita
x.Estado: perezosa
x.Anime del día: One Piece
x.Libro: Sorry
x.Serie: Glee
Y bien, esto no es una entrada de rigor porque hoy es el día del Orgullo Friki y me vea en la necesidad de hablar sobre él. Más bien es la excusa persona para hacer una entrada que tenía que haber hecho hace mucho (¿haber hecho hace mucho? Me recordó a HP y los bobos y babeantes babuinos). No es que me obligue a escribir como una posesa, es que me gusta escribir y nunca saco tiempo. Pues bien, llevo dos días tocándome las narices porque tengo unas vacaciones momentáneas y lo único que hice fue ver la televisión y escuchar listas de reproducción en Youtube. Sin embargo, lo bueno de los días de fiesta es que vas tan relajada y con tan pocas prisas, que te da tiempo a cocinar con toda la tranquilidad del mundo. Y eso fue lo que hoy desestructuró mi vida.
Si bien son las 12 de la mañana (o del mediodía) y todavía no me ha dado a mí por ponerme a almorzar, anoche fui al baño antes de irme a dormir y, de paso por la cocina, me encontré el soberano desastre culinario que mi compañero de piso y alguien sin cara pero con voz de chica habían hecho. Nunca me llegué a imaginar que para que coman dos personas es necesario ensuciar tres cacerolas, una sartén y la incuantificable cantidad de platos que estaban apilados en el fregadero. Pero ahora respiro tranquila, sabiendo que los están limpiando y me dan la amable opción de poder comer más tarde.
Me he despertado con dolor de muelas. Por norma general, no me suelo tomar nada, porque soy una sádica-masoquista y me mola eso del dolor y aguantar las penurias, pero cuando llega el momento de que te duele hasta el comer y tienes una cena con la gente de tu clase para celebrar los finales, ya no soy tan sádica. En Junio del año pasado, recuerdo que estuve tres días sin poder abrir la boca más de dos centímetros por el dolor de muelas, y mis peripecias para comer eran dignas de mí. Y ahí aguanté, sin nada de nada hasta que un día abrí la boca como si el dolor no hubiera pasado por ella. Tampoco es que tenga pastillas contra el dolor de muelas, pero según el prospecto del paracetamol, es eficaz contra el dolor dental.
Anoche fue una noche extraña a la par que divertida. Tras ver la serie de rigor por televisión, la apagué y se me ocurrieron dos alternativas: leer algo del nuevo libro que me llegó o directamente echarme a dormir. Ni que decir tiene que la opción de dormir era mucho más suculenta a las 12 de la noche que el ponerme a leer. Mi intención, sin duda, era dormir, al igual que era mi intención despertarme hoy a a una 1 y no a las 12. Pero por lo visto, mi compañero de piso controla mis comidas y mis horas de sueño, es como un padre o como un secuestrador; y me atrevo a decir que me parece más lo segundo. Extraña por este motivo y divertida por el motivo que me prohibió dormir a la hora que había acordado. Tampoco voy a dramatizar y decir que no dormí en toda la noche, simplemente que tuve que aplazar el sueño por ruidos extraños provenientes del cuarto de mi compañero de piso, ruidos con voz femenina a la que aún no le he puesto cabeza (espero que se haya entendido lo de extraños, no quisiera extenderme en esto).
Y bueno, al final me dormí casi sin darme cuenta, pero de forma planeada. Y es que por lo visto he encontrado dos buenas formas de dormirme. La primera es escuchando música. Esto me provoca mal humor en ocasiones, ya que me gusta muchísimo la música y cuando empiezo es como si no me quisiera dormir, pero me duermo. En ocasiones, puedo escuchar música eternamente sin que me de gota de sueño, entonces sé que me dormiré quitándome los casos tan tranquilamente. La segunda, y que descubrí anoche pero que ya me había pasado un par de veces. Me duermo pensando en ti. Supongo que es por la sensación de sentirme bien y porque estoy tranquila. Normalmente tengo un sueño aplastante, yo siempre he creído que si alguien me viese dormir, se dormiría por inercia. Pero en momentos específicos, me ataco tanto que me es imposible, véase la víspera del Lunes, que dormí tres horas porque tenía unos nervios ante el examen de Matemáticas inconmensurables.
Pero no tenía la intención de dedicar esta entrada a los efectos de mis nervios en el sueño, precisamente. Ni a mi compañero de piso, ni a mis horarios de sueño/comida, ni a nada de lo que he hablado. Eso es lo fantástico de este blog, que puedo escribir sobre cosas de las que no tenía intención hacerlo y, aún así, también hablar de lo que sí estaba planeado.
Hoy es el día del Orgullo Friki, para quien no lo sabía. Hoy cumple una amiga mía, y a mí siempre me ha fascinado el 25 de Mayo como fecha de cumpleaños, incluso antes de saber que existía el día del Orgullo Friki. Por fin he encontrado a alguien que cumple ese día, y encima es un día muy interesante. Es el día del último examen de los finales, el día del Orgullo Friki, el día de la cena de clase, el día de un cumpleaños...¿tantas cosas ocurren el mismo día? Creo que es el primer año que disfruto del día del Orgullo Friki con toda mi ilusión, aunque un poco aquejada de pena, ya que la Asociación Otaku de Tenerife organizaba eventos y descuentos. Para algo que sólo hay en Tenerife y tiene que ser eso. Pero bueno, siempre me quedará el Salón del Manga que se celebra junto a la TLP.
Feliz día del Orgullo Friki a todos. Disfrutad de lo que os toca, sed vosotros mismos y recordad que hoy el único friki que hay es aquel que no lo es.
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