{Marcelino y Valentín}
Marcelino era un hombre bueno, hasta que Valentín le jodió la vida. Venga, vale, que mi Blog no tiene horario infantil no esas cosas. Más bien soy como Telecinco, que a las tres de la tarde cuando los niños, antes de hacer los deberes, deciden poner la tele, ven en Sálvame como todos los hombres y mujeres mayores se insultan y gritan como energúmenos. No, creo que compararme con Sálvame es denigrante. A mis dieciocho años cuento con mucha más cultura y expresividad que ellos.
Valentín no se puede considerar una mala persona, pero tiene momentos en los que llena un coche de post-it con la palabra “Te Quiero” en el coche de su novia, que luego dice en el periódico que odia las sorpresas; hace pizzas con masa en forma de corazón; estrena nuevos perfumes que vienen con cartas de amor; atonta a las parejas felices de aeronáutica haciendo vomitar a sus compañeros; prepara mil sorpresas a los enamorados y es odiado por la mitad de la población.
Vale, se me ha notado descaradamente que estoy hablando de esa fecha tan bonita: 14 de Febrero y San Valentín (que no 7 de Julio y San Fermín). Pero es que hoy he visto el anuncio de Telepizza: “hasta el 14 de Febrero te hacemos las pizzas con la masa en forma de corazón”. Puedo dividir con guiones cada una de las sílabas de la palabra patético, pero creo que quedará igual de claro que si la escribo tal cual.
Ya mencioné anteriormente que hablaría de esto antes de que llegara, pero no creo que tenga la paciencia y el coraje suficiente de ponerme a hablar de ello el mismo día. Creo que el Lunes prefiero ir a un Sex Shop, comprarme una muñeca hinchable, inflarla, y salir al Retiro a dar un paseo en barca. Pagaría por ver la cara de la gente.
Marcelino también pagaría, sólo por ver como Valentín se siente ofendido y humillado ante semejante atrevimiento. Pero así somos la gente racional y apática, nos damos cuenta de la realidad. El Romanticismo fue un movimiento literario basado en el suicidio, así que invito a todos los románticos de hoy en día a que el 14 de Febrero en vez de llevar a sus parejas a hacer ridiculeces, cojan un cúter y...bueno, que den rienda suelta a su imaginación. ¡Ay, madre, lo que acabo de decir! Como se me ocurre.
La gente puede pensar que es despecho, que soy una amargada sin pareja con celos y que se me caerían las bragas si tuviera a alguien que me llevara a hacer algo romanticón por San Valentín. Pero tengo un ejemplo de alguien romántico que lo es todos los días y que no llega a esos extremos de asco, y a mí con un ejemplo me basta. Incluso cuando he tenido pareja el que se acercara San Valentín sólo lograba que me pusiera a la defensiva y que suplicase piedad a mi enamorado. Suerte que yo suplico a base de malas miradas, efectivas y amenazadoras.
Yo no soy de apuestas a lo Ángel Martín, demasiado arriesgadas con porcentaje de acierto cero. Pero me gustaría saber que hay alguien más en este poblado universo que piensa lo que yo. No eso de que hay que demostrar el amor todos los días y no sólo uno. ¡Por favor! Que eso tiene un buen contraargumento por parte de los enamorados. Simplemente quiero creer que hay personas que piensan que Valentín se portó mal con Marcelino. ¡Y tiene que morir!
Valentín no se puede considerar una mala persona, pero tiene momentos en los que llena un coche de post-it con la palabra “Te Quiero” en el coche de su novia, que luego dice en el periódico que odia las sorpresas; hace pizzas con masa en forma de corazón; estrena nuevos perfumes que vienen con cartas de amor; atonta a las parejas felices de aeronáutica haciendo vomitar a sus compañeros; prepara mil sorpresas a los enamorados y es odiado por la mitad de la población.
Vale, se me ha notado descaradamente que estoy hablando de esa fecha tan bonita: 14 de Febrero y San Valentín (que no 7 de Julio y San Fermín). Pero es que hoy he visto el anuncio de Telepizza: “hasta el 14 de Febrero te hacemos las pizzas con la masa en forma de corazón”. Puedo dividir con guiones cada una de las sílabas de la palabra patético, pero creo que quedará igual de claro que si la escribo tal cual.
Ya mencioné anteriormente que hablaría de esto antes de que llegara, pero no creo que tenga la paciencia y el coraje suficiente de ponerme a hablar de ello el mismo día. Creo que el Lunes prefiero ir a un Sex Shop, comprarme una muñeca hinchable, inflarla, y salir al Retiro a dar un paseo en barca. Pagaría por ver la cara de la gente.
Marcelino también pagaría, sólo por ver como Valentín se siente ofendido y humillado ante semejante atrevimiento. Pero así somos la gente racional y apática, nos damos cuenta de la realidad. El Romanticismo fue un movimiento literario basado en el suicidio, así que invito a todos los románticos de hoy en día a que el 14 de Febrero en vez de llevar a sus parejas a hacer ridiculeces, cojan un cúter y...bueno, que den rienda suelta a su imaginación. ¡Ay, madre, lo que acabo de decir! Como se me ocurre.
La gente puede pensar que es despecho, que soy una amargada sin pareja con celos y que se me caerían las bragas si tuviera a alguien que me llevara a hacer algo romanticón por San Valentín. Pero tengo un ejemplo de alguien romántico que lo es todos los días y que no llega a esos extremos de asco, y a mí con un ejemplo me basta. Incluso cuando he tenido pareja el que se acercara San Valentín sólo lograba que me pusiera a la defensiva y que suplicase piedad a mi enamorado. Suerte que yo suplico a base de malas miradas, efectivas y amenazadoras.
Yo no soy de apuestas a lo Ángel Martín, demasiado arriesgadas con porcentaje de acierto cero. Pero me gustaría saber que hay alguien más en este poblado universo que piensa lo que yo. No eso de que hay que demostrar el amor todos los días y no sólo uno. ¡Por favor! Que eso tiene un buen contraargumento por parte de los enamorados. Simplemente quiero creer que hay personas que piensan que Valentín se portó mal con Marcelino. ¡Y tiene que morir!
1 huellitas