x.Momento: estudio nocturno
x.Estado: crítica
x.Anime del día: One Piece
x.Libro: Sorry
x.Serie: Bones
En un mundo plagado de absentismo religioso, indiferencia, ateísmo, discriminación y agnóstico (palabra muy famosa porque te permite mantenerte fuera de las discusiones religiosas y, además, suena muy culta), nadie se interesa por la religión y mucho menos por el porqué de que la gente no se interese por la religión. Hoy he visto una de esas películas que te sacuden, que, como las buenas canciones y frases, te pone los pelos de punta y hace que te recorran hormigas el cuerpo, una de esas películas que te inducen a reflexionar, a sacar esas pequeñas ideas que tenías guardadas en tu cabecita y sacarlas a flote.
Hoy me he interesado por la religión. Independientemente de mi ateísmo, hecho que no influye en mi reflexión, he admitido que la religión es importante en la vida de todo ser humano y que absolutamente nadie puede negarlo, a excepción, probablemente, de los suizos, que nunca están donde se encuentran los demás.
Y es que la religión es importante en todos los aspectos. El mundo comenzó a moverse por la religión. Está en todas partes, cultos a dioses, a una sólo, a uno sólo que equivale a muchos, dioses lejanos, cercanos, benevolentes o malignos. Han estado por todas partes y nos absorben en nuestro día a día. Los mayores hechos de la historia se han producido por la religión. Pueblos arrasados por disputas religiosas, grande metrópolis saqueadas por adversidades en la ideología. No olvidemos que una de las peores guerras, la II Guerra Mundial, se produjo nada más y nada menos por cuestiones que podrían llegar a ser religiosas, si tenemos en cuenta que los judíos no tenían mucho que charlar con Adolf Hitler en lo que a aspectos religiosos se refiere. Es más, no me imagino a Hitler intentando convencer a un judío de que Jesús era el Mesías que ellos todavía están esperando.
De la II Guerra Mundial se habla mucho, fue una guerra que enfrentó a países de todos los continentes y que produjo millones de muertos. Pero hechos de características similares no son recordados, como las famosas quemas de brujas llevadas a cabo por la Inquisición. Se produjeron por todo el mundo y arrasaron con miles de mujeres. Equiparable, ¿no? Por lo menos así lo veo. La Inquisición, que podría ser análoga a una de las empresas capitalistas de nuestros tiempos, una “empresa” poderosa que tenía potestad de hacer casi lo que les placía a diestro y siniestro. Libros de cómo llevar a cabo la muerte de una bruja, o cursos intensivos de cómo hacer confesar a los pecadores. E historia que ha dejado rastro y ha sido parte de la trama de muchas historias de la actualidad. Parece ridículo, pero escenas como la quema de Esmeralda en “El Jorobado de Notre Dame”, cómo ahogaban a las “brujas” y luego las sacaban del agua para recitar unas palabras que impidieran que resucitaran en “En tiempo de Brujas”, o una de mis escenas favoritas del libro “La Catedral del Mar” de Ildefonso Falcones, en la que Joanet interroga a una mujer en nombre de la Inquisición, cual policía de serie del FBI; no existirían de no ser por la existencia, en algún momento, de la religión.
Conquistas a lo largo del globo terráqueo, guerras en nombre de la religión en Tierra Santa, personas que no pueden cruzar de un país a otro actualmente por miedo a ser asesinado, todo esto sigue viéndose hoy en día. La religión nos llena en el arte, con esculturas griegas y bustos de antiguos dioses con diferentes nombres, cuadros maravillosos de santas, de vírgenes, diosas, dioses, deidades y demás que llenan los museos y las Iglesias, personas que llevan a cabo su doctrina por fe, libros sagrados con un alto contenido literario, edificios que se convierten en Ciudades-estado. Todo esto es religión, y no es nada antiguo.
Además, no podemos olvidarnos de que por lo menos aquí, en España, vivimos de la religión. Navidad, Semana Santa, Pascua, Santa esta, Santa la otra...Disfrutamos como pipiolos de estas fiestas y es verdad que yo también disfruto de ellas, a pesar de ser atea, pero por lo menos debería interesarnos mínimamente por qué tenemos estas fiestas y podemos tocarnos las narices entre santo y santo. Es por esto que hoy dije: “me interesa la religión”. Y ahí entendí por qué cuesta tanto interesarse.
He estado mirando cositas. Yo soy de mirar cursos, carreras, formaciones que probablemente nunca llegue a realizar por razones económicas, pero si encuentro algo lógico al final resulta que sí cumplo mis deseos. Me apunté a la escuela de idiomas precisamente por este motivo, porque vi un precio lógico para lo que era y quería realizarlo. He visto cursos de dos semanas que cuestan lo mismo que un año entero mío de universidad. He visto titulaciones de ciencias religiosas y teología a distancia y se me ha hecho la boca agua hasta que he empezado a mirar requisitos y precios. Tan sólo el material didáctico cuesta 450€, que si me pongo a sacar cuentas, es más de lo que me ha costado todos los libros y fotocopias de este año universitario. El crédito cuesta casi el doble de lo que me cuesta a mí, teniendo en cuenta que mis créditos son de los más caros al ser una carrera de ingeniería. Y, entre los requisitos de admisión, está una recomendación de tu iglesia y párroco favorito. Es decir, que tienes que ser amigo de un catequista, ir con frecuencia a la iglesia o participar en convivencias para poder realizar los estudios. Pues disculpad si me enfada este requisito estúpido.
Soy atea. Atea. Y puede que no debáis darme las gracias pero si estar un poco complacidos de que me interese la historia de la religión lo bastante como para querer estudiarla. Y a lo mejor deberías estar hasta orgullosos de que no sea una zumbada relajada que va con una sonrisa por la vida y bendice a todo peatón, sino una persona crítica con la religión que aún así sabe ver la importancia de la misma y quiere que forme parte de su vida, no en forma de fe sino de información. Porque es una carrera, maldita sea, si quisiera interesarme por la religión y tuviera una fe devota me metería en un seminario, no en una carrera universitaria.
Me gustaría creer que al tomarme las molestias de escribir esto, por una parte he intentado que las personas se interesen un poco más por la religión y por otra, que los religiosos tengan un poco más de decencia por las personas que no somos católicas, cristianas, islámicas, judías, budistas, paganas, creyentes en general...Porque la religión es historia y no se puede negar las personas de este planeta parte de la historia, de una forma objetiva. Quiero decir, ¿por qué tengo que aprender de la religión a través de personas que me la venderán siempre desde una opinión subjetiva y creyente? ¿Acaso todas las personas que te explican el Franquismo son fachas?
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