x.Momento: correctora de estilos
x.Estado: asustada
x.Anime del día: xxxHolic
x.Libro: sigo esperando...
x.Serie: Mentes Criminales
Porque reflexionar es gratis y beneficioso a cualquier hora y en cualquier momento/circunstancia, el otro día escogí como momento propicio para reflexionar mi hora de la ducha. Y suena tal y como es, porque siempre me ducho a las mismas horas. La semana pasada me fui duchando a la hora que pude, porque la prioridad programada era estar en la biblioteca hasta que el cuerpo aguantara, y ahí uno nunca sabe a qué hora llegará a casa para ducharse.
Al meollo, el otro día andaba tan tranquila duchándome cuando apagué el grifo para echarme champú en la cabeza. Me eché dos veces champú y luego reflexioné sobre lo que acababa de suceder, ¿por qué dos veces? Y es que la primera vez, el champú no había hecho la suficiente espuma como para que yo quedara tranquila con respecto a la limpieza de mi pelo. Y aquí aparece el timo del champú.
Creo que no es sólo cosa mía, que cuanto más espuma sale del champú, más nos creemos que nos va a quedar el pelo limpio y reluciente y, sin embargo, cuando apenas sale, nos da por ponernos litros y litros de champú hasta que quedamos satisfechos con la espuma. Pero esto no es otra cosa que un gran negocio que se aprovecha de las típicas manías de higiene personal.
Cualquier empresario que se precie también padecerá este síntoma de querer champú y champú hasta que sale espuma. Y esto puede explotarlo. Quizá, se le ocurra la genial idea de hacer un champú bueno, un buen champú con buenas propiedades anti caspa, liso perfecto, hidra rizos o lo que le parezca, pero que carezca de la cualidad de hacerse espuma. La gente se echaría chorros delictivos en la cabeza hasta que saliera espuma y eso se convertiría en un gasto continuo de champú por la celeridad del acto.
Me resguardo en mi sueño ignorante de que nadie lea este blog por si, de casualidad, algún emprendedor decide tomar mi idea para llevarla a cabo. He de avisar que ya existen champús de esta índole pero, como en mi caso, con echarse dos veces champú basta. Sin duda sabemos que podría ser mucho peor. O podemos solucionarlo evitando ser tan maniáticos con la espuma, que aquí lo que prima es que el champú llegue a todas las partes de la cabeza. O puede alguien decirme que esta manía sólo la tengo yo y es una estupidez. O, para rematar, simplemente tenemos que comprar Herbal Essences, que ese sí que echa espuma.
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