{Oh My God. ¡Qué difícil decisión! (y el esperado grito orgásmico de Luke)}
20 de Noviembre.
Es la fecha clave para todas las adolescentes hormonadas que hiperventilan en sus casas como si de menopáusicas se tratase. Todas esperan con ansias el reencuentro con su querido vampiro centenario, ese del que desean salga de la pantalla del cine para abalanzarse sobre ellas como digno depredador de jovencitas revolucionadas. Compraran cientos de paquetes de palomitas para tener algo que hacer mientras esperan hora y media a que su querido Edward Cullen vuelva a aparecer al final del filme, porque...¿no lo sabiais? La familia Cullen no es la protagonista en "Luna Nueva".
Yo me dirijo a todas las muchachas rebeldes, deseosas de untarse por la piel la capa de 8cm de polvos talco de Robert Pattinson, con ansias de rayar queso a la luz del sol en su luminoso cuerpo diamantino, con ganas de trepar los árboles a la espalda del personaje con su estilo tan peculiar *como si no sólo fuera un vampiro, sino también Spider-man*, aquellas que miran por encima del hombro a Pocahontos, cuando pone cara de tonto en la película. ¡Sí, a vosotras! Me dirijo con la intención de demostraros con pocas palabras lo equivocadas que estáis todas, locas psicóticas.
A un lado del ring, tenemos a Edward Cullen *Robert Pattinson*, vampiro centenario, con una piel un tanto blanquecina y dura, debido a que después de tantos años, los polvos talco han cuajado y formaron parte de un caparazón que cubre el cuerpo del chupasangre. Toca el piano, al parecer sólo sabe tocar la nana de Bella, es un tanto masoquista y estúpido, porque no nos vamos a engañar, abandonar a Bella sabiendo cuanto la quiere porque la patosa se corta con un papel y Jasper se abalanza sobre ella...no es para tanto.
Al otro lado, el reformado Pocahontos, alias Jacob Black *Taylor Lautner*. Ah, no...que el alias es Pocahontos y el nombre del personaje Jacob Black *disculpen*. Después de descubrir que un corte de pelo en ocasiones no viene mal, ir al gimnasio en Forks *a pesar de que no tenemos constancia de que en Forks haya gimnasio* y sorprenderse porque el pelo que se quitó lo gana cuando se transforma en hombre-lobo *no hay gente normal en este pueblo, ¿eh? Si Meyer hubiera continuado, descubrimos que Mike Newton es en realidad un mago tenebroso*; el chaval ha ganado cosas a su favor. Está tontamente enamorado de Bella, cosa normal en toda persona de la saga de Crepúsculo *Jessica también lo está*, está bronceado de manera natural, puede morirse y es joven.
Yo quisiera disculparme, pero una vez leído esto y mirando las fotos, las adictas a Pattinson deberían pensárselo dos veces antes de comprar las palomitas mientras esperan a su amado y cambiarse al bando de los inteligentes, ese que agradece a la gente viva y no se quiere morir para estar con los muertos.
El grito orgásmico de Luke lo añadí para dar enfásis a las disputas morales u hormonales que se producen en las mentes de las jóvenes hiperventiladoras que no saben a qué lado del ring mandarse a mudar. Y es que es lo que tienen las películas en versión original, te encuentras sorpresas como estas *es un grito de los que marcan época*.
Tras esto, la próxima vez que actualice prometo hacerlo con cosas serias o por lo menos que no se relacionen con Crepúsculo, pero ya sabéis que no pierdo la oportunidad de meterme con el novio *perdón, marido* de la protagonista de la saga. Mientras, me preparo para entrar a la Web de Yelmo Cineplex y reservar mis entraditas para ir al estreno de Harry Potter y el Príncipe Mestizo *todavía me resigno a llamarlo por su nombre original y no por la locura de traducción de Salamandra*. Porque soy una seguidora de una verdadera saga, de las buenas, a pesar de que lord Voldemort murió sin respeto ni honor. Rodrigo Díaz, el Cid de Vivar Campeador, lo acuchillaría de noche si supiese cuán poco honor le merece.
2 huellitas