{Todo lo que dejo}
Este blog está plagado de entradas llenas de desprecios, de negatividad, de vivencias trágicas y de cualidades humaas nada atrayentes que me gusta resaltar. Pero también tiene bonitos recuerdos y felicidad merecida, y esta entrada, sorprendentemente, no puede ir de otra cosa sino de eso.
Inevitablemente algún dÃa te paras a mirar a tu alrededor, en un minuto cotidiano de una vida cotidiana, con una sonrisa tan grande en la cara que puede esconder el motivo de la misma, y una felicidad que está ahÃ, porque sÃ, por cuatro cosas sin sentido que, aunque recogen momentos amargos, se unen en añoranza.
Mi partida puede que llegue en un mal momento, con muchos planes y miles de iluiones puestas en cosas y personas que se van a quedar en su sitio, lejo de mÃ. Pero recojo mi marcha como un futuro prometedor, un hasta pronto que puede no ser correspondido, pero que servirá para aquellas cosas y personasque puedan mntener su lugar.
Hoy estoy verdaderamente feliz, rÃo como una tonta al mantener bromas, al andar por la calle, al comer y al escribir ahora mismo. Es mi transición, un momento en el que Madrid y Tenerife son el miso sitio y todo vale. Puedo pensar y sentir mi soledad, mis estudio, mis despedidas bañadas de una tÃpica quedada de amigos, mis conversaciones de toda la vida y de nueva también; puedo todo eso y más. Sé que irme es lo mejor y lo que realmente quiero y que, pase lo que pase, no me voy a arrepentir en la vida. A pesar de que estos últimos meses han sido con notoria diferencia los mejores de mi vida, me los llevo como un recuerdo de que cosas tan maravillosas merecen quedarse a un lado para lograr mis metas y que siempre las tendré nostálgicamente.
No tengo la certeza de todas las cosas que dejo, y probablemente sólo recuerde lo más duradero o lo que siempre ha estado cercano, pero creo que también me puedo llevar personas que estuvieron por los alrededores y que, en última instancia, resultaron más beneficiosos que otras muchas personas decepcionantes que, aun asÃ, aportaron y aportan cosas que dejo.
Supongo que también la vida ha pasado por mà y que no soy lo que era. Obviamente, sigo siendo yo y eso es lo más magnÃfico, pero el tiempo, las circunstancias y las personas me han hecho modificar mi conducta de forma que armonice con el resto del mundo sin peder mi esencia. Yo nunca creà que todo lo que he logrado socialmente pudiera ser posible y si bien siempre he pensad que sola me las puedo apañar bastante bien, el ser humano es social por naturaleza y a mà me queda aceptarlo e intentarlo.
TodavÃa tengo mucha guerra que dar antes de empezar a llenar este blog de noticias madrileñas, aeronaves, propulsión y nombres nuevos (y espero que conocidos). No olvido, para bien o para mal, y aunque todos creyeran que la frase era para que quedara bonito el discurso de graduación, yo sà creo que todos nos volvemos a encontrar. Sea como sea, y deje lo que deje.
Inevitablemente algún dÃa te paras a mirar a tu alrededor, en un minuto cotidiano de una vida cotidiana, con una sonrisa tan grande en la cara que puede esconder el motivo de la misma, y una felicidad que está ahÃ, porque sÃ, por cuatro cosas sin sentido que, aunque recogen momentos amargos, se unen en añoranza.
Mi partida puede que llegue en un mal momento, con muchos planes y miles de iluiones puestas en cosas y personas que se van a quedar en su sitio, lejo de mÃ. Pero recojo mi marcha como un futuro prometedor, un hasta pronto que puede no ser correspondido, pero que servirá para aquellas cosas y personasque puedan mntener su lugar.
Hoy estoy verdaderamente feliz, rÃo como una tonta al mantener bromas, al andar por la calle, al comer y al escribir ahora mismo. Es mi transición, un momento en el que Madrid y Tenerife son el miso sitio y todo vale. Puedo pensar y sentir mi soledad, mis estudio, mis despedidas bañadas de una tÃpica quedada de amigos, mis conversaciones de toda la vida y de nueva también; puedo todo eso y más. Sé que irme es lo mejor y lo que realmente quiero y que, pase lo que pase, no me voy a arrepentir en la vida. A pesar de que estos últimos meses han sido con notoria diferencia los mejores de mi vida, me los llevo como un recuerdo de que cosas tan maravillosas merecen quedarse a un lado para lograr mis metas y que siempre las tendré nostálgicamente.
No tengo la certeza de todas las cosas que dejo, y probablemente sólo recuerde lo más duradero o lo que siempre ha estado cercano, pero creo que también me puedo llevar personas que estuvieron por los alrededores y que, en última instancia, resultaron más beneficiosos que otras muchas personas decepcionantes que, aun asÃ, aportaron y aportan cosas que dejo.
Supongo que también la vida ha pasado por mà y que no soy lo que era. Obviamente, sigo siendo yo y eso es lo más magnÃfico, pero el tiempo, las circunstancias y las personas me han hecho modificar mi conducta de forma que armonice con el resto del mundo sin peder mi esencia. Yo nunca creà que todo lo que he logrado socialmente pudiera ser posible y si bien siempre he pensad que sola me las puedo apañar bastante bien, el ser humano es social por naturaleza y a mà me queda aceptarlo e intentarlo.
TodavÃa tengo mucha guerra que dar antes de empezar a llenar este blog de noticias madrileñas, aeronaves, propulsión y nombres nuevos (y espero que conocidos). No olvido, para bien o para mal, y aunque todos creyeran que la frase era para que quedara bonito el discurso de graduación, yo sà creo que todos nos volvemos a encontrar. Sea como sea, y deje lo que deje.
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