{Ansiar el FIN}
Te quiero.
Te quiero conmigo.
Te quiero cerca.
Te quiero ver cada día.
Te quiero tomar en mis manos.
Te quiero querer.
Te quiero porque sé que estás presente en todos mis días, eres la promesa maldita, el sueño de mis noches, el amor de mi vida, eres la pasión escondida entre las sábanas de mi cama, el que asume mis confesiones y me da soluciones. Estás conmigo, cerca, cada día, entre mis manos.
Con una plumilla en una mano y tu corazón en la otra, voy tintando las páginas que escriben tu nombre. Siempre estás lejos, aunque permanezcas a mi lado, abandonado por mi dejadez, querido por mi anhelo.
Te quiero porque no puedo vivir sin ti. Porque he vivido meses sin tu presencia, no he sabido de tus vivencias y no te he adorado lo suficiente como para considerarme digna de tu conocimiento. Te quiero porque siempre me perdonas, porque estás dispuesto a abrazarme con suavidad, a rodearme de las plumas de tu palabrería, a besarme con suspiros de sangre.
Y ahora, sola en mi habitación, sabiéndome abandonada durante unos instantes por ti, me sumo en la penumbra de la noche y de un cuarto cerrado y pienso en ti. Pienso en los momentos que hemos vivido, rodeado de un aura misteriosa que siempre es sinónimo de atracción; con un cuchillo silencioso en la mano, acechando a una de tus múltiples víctimas; despojándote de tu larga túnica azulada, resplandeciente bajo la luz del astro menor.
Prometo muchas cosas en mi vida, hoy te prometo una vida juntos, te prometo aprovechar el tiempo del que ahora dispongo para recuperar el perdido entre nosotros y vivir en medio de las páginas que dentro de poco estarán llenas y nos retratarán nuestro futuro juntos. Un futuro que nos aleja, tu en mis escritos y yo en esta pueril realidad, pero en definitiva, un futuro unidos.
Te quiero tener cerca, te quiero a pesar de todo, te quiero por como eres: asesino, distante, frío, temerario...Te quiero, Knoll, mi mago perdido.
Te quiero conmigo.
Te quiero cerca.
Te quiero ver cada día.
Te quiero tomar en mis manos.
Te quiero querer.
Te quiero porque sé que estás presente en todos mis días, eres la promesa maldita, el sueño de mis noches, el amor de mi vida, eres la pasión escondida entre las sábanas de mi cama, el que asume mis confesiones y me da soluciones. Estás conmigo, cerca, cada día, entre mis manos.
Con una plumilla en una mano y tu corazón en la otra, voy tintando las páginas que escriben tu nombre. Siempre estás lejos, aunque permanezcas a mi lado, abandonado por mi dejadez, querido por mi anhelo.
Te quiero porque no puedo vivir sin ti. Porque he vivido meses sin tu presencia, no he sabido de tus vivencias y no te he adorado lo suficiente como para considerarme digna de tu conocimiento. Te quiero porque siempre me perdonas, porque estás dispuesto a abrazarme con suavidad, a rodearme de las plumas de tu palabrería, a besarme con suspiros de sangre.
Y ahora, sola en mi habitación, sabiéndome abandonada durante unos instantes por ti, me sumo en la penumbra de la noche y de un cuarto cerrado y pienso en ti. Pienso en los momentos que hemos vivido, rodeado de un aura misteriosa que siempre es sinónimo de atracción; con un cuchillo silencioso en la mano, acechando a una de tus múltiples víctimas; despojándote de tu larga túnica azulada, resplandeciente bajo la luz del astro menor.
Prometo muchas cosas en mi vida, hoy te prometo una vida juntos, te prometo aprovechar el tiempo del que ahora dispongo para recuperar el perdido entre nosotros y vivir en medio de las páginas que dentro de poco estarán llenas y nos retratarán nuestro futuro juntos. Un futuro que nos aleja, tu en mis escritos y yo en esta pueril realidad, pero en definitiva, un futuro unidos.
Te quiero tener cerca, te quiero a pesar de todo, te quiero por como eres: asesino, distante, frío, temerario...Te quiero, Knoll, mi mago perdido.
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