{Mundo de tiempo}
Lograr ver el Sol por la ventana es algo infravalorado por las personas. El tiempo pasa ínfimamente despacio cuando somos incapaces de contemplar el astro que guía nuestro sistema horario.
El tiempo es un fenómeno curioso y que apoya la teoría del hombre manipulador. Sabemos que el tiempo existe independientemente del ser humano y, por ello, el hombre tuvo que determinar que un día son veinticuatro horas, una centuria muchos años, muchos años un siglo...Y puede que yo piense que una hora tiene veinticuatro siglos y sesenta minutos sean un año, no estaria cambiando el tiempo, que seguiría siendo el mismo, pero como siempre el lenguaje es el que cambia el mundo. Los primitivos no tenían habla y seguramente entendían del tiempo y se echaban la bronca a golpe de gruñidos por tardar demasiado en ir a cazar.
El tiempo es algo que agota, y un tema muy recurrente que me gusta recordar cada cierto tiempo, valga la redundancia.
Hay que aceptarlo tal y como es y, aunque no podamos controlarlo, si podemos distribuirlo adecuadamente. Es un compañero torturador y zafio, sin ánimo de asesinato pero implicado en muchas muertes. El tiempo nos llega a todos, pero no es culpable de la muerte; eso podemos decírselo a la biología.
Saber que este tema ya es repetido, no me hace sino pensar que es fascinante el tropezar dos veces con la misma conclusión, manteniendo así mi forma de pensar. Es algo que a poca gente le preocupa, el descubrir que de un momento a otro se puede pensar de manera tan diferente. No confundir con no saber lo que pensar y en dos instantes tenerlo resuelto. Esto último es bueno. Lo primero no.
Cambiar de idea cada dos por tres no es comparable a resolver tus ideas. La primera da miedo, da más que pensar. Hay que tener una idea clara de uno mismo e ir a por todas pase lo que pase. Uno no puede ser como la gente quiere que se sea, uno tiene que ser lo que es. Ser otra persona sólo implica falsedad o una soledad desbordante que lleva a rodearse del máximo número de personas posibles. Pero cuantas más personas te rodeen, menos serás tú y más solo estarás. Siempre y cuando seas tú mismo a pesar de la falsedad, pues se puede ser falso sin perder el carismo, sólo así se podrá tener las ideas claras, independientemente de cuantas personas te rodeen.
Hace tiempo soñé con mi libertad y al despertar lo hice realidad. Das sencillos pasos: afirmación y anulación. No se puede encerrar a un ave, como tampoco se puede encerrar a alguien que no quiere ser encerrado. El sentido de la propiedad privada ha tomado caminos oscuros. Hoy en día todo pasa a ser una posesión, incluidas las personas y muchas de las libertades que se anulan, libertades tan simples como sentirse solo de vez en cuando, imaginar que nadie te piensa ni reconoce.
Pero la realidad es como el tiempo, está ahí a pesar de nuestra voluntad, y lo único que podemos hacer es intentar cambiar el mundo y que el tiempo haga lo demás.
El tiempo es un fenómeno curioso y que apoya la teoría del hombre manipulador. Sabemos que el tiempo existe independientemente del ser humano y, por ello, el hombre tuvo que determinar que un día son veinticuatro horas, una centuria muchos años, muchos años un siglo...Y puede que yo piense que una hora tiene veinticuatro siglos y sesenta minutos sean un año, no estaria cambiando el tiempo, que seguiría siendo el mismo, pero como siempre el lenguaje es el que cambia el mundo. Los primitivos no tenían habla y seguramente entendían del tiempo y se echaban la bronca a golpe de gruñidos por tardar demasiado en ir a cazar.
El tiempo es algo que agota, y un tema muy recurrente que me gusta recordar cada cierto tiempo, valga la redundancia.
Hay que aceptarlo tal y como es y, aunque no podamos controlarlo, si podemos distribuirlo adecuadamente. Es un compañero torturador y zafio, sin ánimo de asesinato pero implicado en muchas muertes. El tiempo nos llega a todos, pero no es culpable de la muerte; eso podemos decírselo a la biología.
Saber que este tema ya es repetido, no me hace sino pensar que es fascinante el tropezar dos veces con la misma conclusión, manteniendo así mi forma de pensar. Es algo que a poca gente le preocupa, el descubrir que de un momento a otro se puede pensar de manera tan diferente. No confundir con no saber lo que pensar y en dos instantes tenerlo resuelto. Esto último es bueno. Lo primero no.
Cambiar de idea cada dos por tres no es comparable a resolver tus ideas. La primera da miedo, da más que pensar. Hay que tener una idea clara de uno mismo e ir a por todas pase lo que pase. Uno no puede ser como la gente quiere que se sea, uno tiene que ser lo que es. Ser otra persona sólo implica falsedad o una soledad desbordante que lleva a rodearse del máximo número de personas posibles. Pero cuantas más personas te rodeen, menos serás tú y más solo estarás. Siempre y cuando seas tú mismo a pesar de la falsedad, pues se puede ser falso sin perder el carismo, sólo así se podrá tener las ideas claras, independientemente de cuantas personas te rodeen.
Hace tiempo soñé con mi libertad y al despertar lo hice realidad. Das sencillos pasos: afirmación y anulación. No se puede encerrar a un ave, como tampoco se puede encerrar a alguien que no quiere ser encerrado. El sentido de la propiedad privada ha tomado caminos oscuros. Hoy en día todo pasa a ser una posesión, incluidas las personas y muchas de las libertades que se anulan, libertades tan simples como sentirse solo de vez en cuando, imaginar que nadie te piensa ni reconoce.
Pero la realidad es como el tiempo, está ahí a pesar de nuestra voluntad, y lo único que podemos hacer es intentar cambiar el mundo y que el tiempo haga lo demás.
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