{Color}
Ha vuelto el color a mi vida. Vale, ahora se acaba de ir la luz. Pero eso no quita que haya vuelto el color a mi vida, a pesar de que con la luz se me hayan ido un par de ideas trascendentales que tenÃa en la cabeza.
Recapitulemos...Ha vuelto el color a mi vida. Lo ha hecho junto con el color de mi ordenador. He descubierto que éste es una extensión de mi estado de ánimo, como lo es este blog de mi personalidad. Mis barras laterales eran grises, al igual que los botones de pantalla. Color grafito, que dice el menú. Hoy han vuelto a ser de color azul, verde, rojo y amarillo. Mi fondo de pantalla: un gigantesco verdor inundado por el significado de la palabra que en él se plasma, Happiness.
Esta tarde he vuelto a cantar. Me han entrado tremendas ganas de cocinar, y de llenar el silencio de la casa con música. Videos de Youtube y curry han sido suficienes para que me arrancara a cantar como una loca en mis mejores momentos. Glee, Rihanna, My Chemical Romance...todo estilo musical era bueno para que yo entonara, de mala manera, y cantara con felicidad.
Me gusta cantar, es algo que me fascina. Canto fatal, por no decir pésimo y fatÃdico. Pero canto para mà y como nadie me escucha (o eso creo yo) no tengo problema. En mi casa de Tenerife tenÃa a mi madre, que me hacÃa bajar el volumen de la voz y de la música; aquÃ, sin embargo, como no venga un vecino a tocarme la puerta, me da que no voy a bajar nada de nada.
Esperaba poner miles de colores, lucecitas, celebraciones y frases célebres. Pero no porque se hayan apagado las bombillas ni por otros factores lumÃnicos, creo que esta entrada no merece más comentario que el de saber que la luz refractada alumbra mi vida, que los colores la llena y que, por primera vez, hoy me he sentido como en casa. De verdad.
Recapitulemos...Ha vuelto el color a mi vida. Lo ha hecho junto con el color de mi ordenador. He descubierto que éste es una extensión de mi estado de ánimo, como lo es este blog de mi personalidad. Mis barras laterales eran grises, al igual que los botones de pantalla. Color grafito, que dice el menú. Hoy han vuelto a ser de color azul, verde, rojo y amarillo. Mi fondo de pantalla: un gigantesco verdor inundado por el significado de la palabra que en él se plasma, Happiness.
Esta tarde he vuelto a cantar. Me han entrado tremendas ganas de cocinar, y de llenar el silencio de la casa con música. Videos de Youtube y curry han sido suficienes para que me arrancara a cantar como una loca en mis mejores momentos. Glee, Rihanna, My Chemical Romance...todo estilo musical era bueno para que yo entonara, de mala manera, y cantara con felicidad.
Me gusta cantar, es algo que me fascina. Canto fatal, por no decir pésimo y fatÃdico. Pero canto para mà y como nadie me escucha (o eso creo yo) no tengo problema. En mi casa de Tenerife tenÃa a mi madre, que me hacÃa bajar el volumen de la voz y de la música; aquÃ, sin embargo, como no venga un vecino a tocarme la puerta, me da que no voy a bajar nada de nada.
Esperaba poner miles de colores, lucecitas, celebraciones y frases célebres. Pero no porque se hayan apagado las bombillas ni por otros factores lumÃnicos, creo que esta entrada no merece más comentario que el de saber que la luz refractada alumbra mi vida, que los colores la llena y que, por primera vez, hoy me he sentido como en casa. De verdad.
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