{Me importa tu vida}
Cuan de importante eres para mí, cómo me gusta saber de ti; más bien, cómo me gusta que pienses que quiero saber de ti. Mis días sin tus noticias están vacíos, no quiero acostumbrarme al hecho de saber que no me cuentas de tus andanzas, de tu vida. Quizá te extrañe que me preocupe tanto, pero al fin y al cabo soy parte del entorno que debería preocuparse por tu camino, por tus circunstancias. En serio, hablemos de prioridades, porque tú eres una, y tu día a día es algo que me intriga, quiero hacerte saber que reconozco a las personas que alguna vez escuché en tu boca, que recuerdo detalles o situaciones, sentimientos. Por cierto, si digo cosas sin sentido no creas que es porque no me preocupo de tu vida; más bien, te estoy dando cosas para que barajes.
Por si no te has dado cuenta, no engañas a nadie. El hecho de que tus comentarios no encajen en la historia que es mi vida no se debe a un despiste, a una idea descabellada, o a un razonamiento que no he tenido en cuenta. Se debe a que te sientes vacío, a que sabes que me alejo de ti cada día, a que entiendes que cada vez más te aborrezco. Necesitas sacar conversación de cualquier manera, pero lo haces mal porque no me conoces y tus comentarios no incitan a conversación sino a disidia.
Me da igual si mi vida te importa porque yo no quiero que te importe. Mi vida no es prioridad de nadie ni tiene interés cultural. Hace tiempo que perdiste la oportunidad debido a tu no comprensión de mi persona, a quedarte en lo banal. Qué triste es saber que una persona de cierta relevancia en una vida como la mía no ha sido capaz de desenvolverse en mi paraíso, en mi mundo laberíntico y en mi forma despectiva. Qué triste es tener que autocontrolarse para que los días pasen sanos, para que la personalidad arraigada se quede en un rinconcito esperando ser liberada.
Todos los días una persona de nuestra vida se va por los mismos motivos. Abandonamos a las personas a su suerte, que es algo normal porque, en mi caso, la mayoría de las personas de mi alrededor me importan menos que levantarme tarde un Sábado. Pero no sucede lo mismo si tenemos una obligación con esa persona. No necesito que cada uno sepa qué personas tienen una obligación con otra, porque los ejemplos y las obligaciones son muy variadas. Estas obligaciones las escogemos nosotros, porque decidimos acercarnos a las personas, y con ello debemos ser consecuentes.
Me importa tu vida, me importa su vida y me importa nuestra vida; porque decidí que me importarían y porque estoy obligada a ser partícipe o visionaria de ella. Puede seguir importándome tu vida, o me puedo sumar a la ola de la no importancia.
Por si no te has dado cuenta, no engañas a nadie. El hecho de que tus comentarios no encajen en la historia que es mi vida no se debe a un despiste, a una idea descabellada, o a un razonamiento que no he tenido en cuenta. Se debe a que te sientes vacío, a que sabes que me alejo de ti cada día, a que entiendes que cada vez más te aborrezco. Necesitas sacar conversación de cualquier manera, pero lo haces mal porque no me conoces y tus comentarios no incitan a conversación sino a disidia.
Me da igual si mi vida te importa porque yo no quiero que te importe. Mi vida no es prioridad de nadie ni tiene interés cultural. Hace tiempo que perdiste la oportunidad debido a tu no comprensión de mi persona, a quedarte en lo banal. Qué triste es saber que una persona de cierta relevancia en una vida como la mía no ha sido capaz de desenvolverse en mi paraíso, en mi mundo laberíntico y en mi forma despectiva. Qué triste es tener que autocontrolarse para que los días pasen sanos, para que la personalidad arraigada se quede en un rinconcito esperando ser liberada.
Todos los días una persona de nuestra vida se va por los mismos motivos. Abandonamos a las personas a su suerte, que es algo normal porque, en mi caso, la mayoría de las personas de mi alrededor me importan menos que levantarme tarde un Sábado. Pero no sucede lo mismo si tenemos una obligación con esa persona. No necesito que cada uno sepa qué personas tienen una obligación con otra, porque los ejemplos y las obligaciones son muy variadas. Estas obligaciones las escogemos nosotros, porque decidimos acercarnos a las personas, y con ello debemos ser consecuentes.
Me importa tu vida, me importa su vida y me importa nuestra vida; porque decidí que me importarían y porque estoy obligada a ser partícipe o visionaria de ella. Puede seguir importándome tu vida, o me puedo sumar a la ola de la no importancia.
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