{Puestos a citar...}
"Sé tú mismo, la vida es demasiado corta para intentar ser otra persona" decía la abuela ficticia de la protagonista de una película de baile.
"No soy un loco, ni un pervertido, sólo quiero conocerte como amigo" dicen la mayoría de las personas que justifican su comportamiento, porque tienen la sensación de que necesitan hacerlo.
"Aquí el pensamiento reposa, en su día hizo otra cosa" dijo mi hombre inspirador, Larra, del cual no me atrevo a negar algo.
"Por supuesto, cásense. Si se casa con una buena mujer, será un hombre feliz. Si se casa con una mala, se convertirá en Filósofo" dijo Sócrates, en una de las únicas frases elocuentes que recitó.
"Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo" dijo Franklin, el cual, sin ánimo de mojarse, aseguró que el materialista será capaz de cualquier cosa por lo material.
Y aquí me quiero detener. Es decir, ¿si pienso que con dinero lo puedo lograr todo, seré capaz de hacer todo por dinero? ¿Y por amor, amistad, familia? ¿Por eso no seré capaz de hacerlo todo? Puestos a pensar, si decimos que somos personas de lograr todo lo que nos proponémos, que haríamos cualquier cosa por lo que queremos, debemos de pensar que aquello que queremos debe poder lograr todo.
¿Que yo quiero ser chef? Diría que haría lo que fuera por saber cocinar, e irremediablemente tengo que afirmar que la cocina o la comida es capaz de hacer cualquier cosa.
¿Que yo quiero ir a Francia? Diría que haría lo que fuera por ir a ver el Louvre, o París, o Marsella; e irremediablemente el país o un viaje es capaz de hacer cualquier cosa.
¿Que yo quiero ser marinero? Diría que haría lo que fuera por saber navegar, e irremediablemente tengo que afirmar que el océano es capaz de hacer cualquier cosa.
Y ahora, pensemos: la comida es capaz de hacer cualquier cosa, es capaz de matar por exceso o defecto, es capaz de ponerte enfermo, es capaz de causarte alergia. Un viaje es capaz de hacer cualquier cosa, es capaz de matarte por un accidente de transporte, es capaz de alejarte de tu vida pasada, es capaz de cambiar tus ideales. El océano es capaz de hacer cualquier cosa, es capaz de matarte por un tsumani, es capaz de producir grandes cosechas, es capaz de alegrarte una tarde.
Concluyo, si somos capaces de hacer cualquier cosa, eso quiere decir que esa cualquier cosa es capaz de lograr todo. Curiosamente, a pesar de que puedan lograr todo en ámbitos generales suelen lograr la muerte. Por lo que si aquello que logra cualquier cosa principalmente logra la muerte; somos capaces de hacer cualquier cosa por aquello que logra la muerte.
O bien somos capaces de hacer cualquier cosa por matar.
O bien mataríamos por lograr algo.
¿Cuál de las dos es la correcta? O mejor dicho, ¿cuál no lo es?
Hoy he tenido una larga conversación con Raist, que me ha servido para múltiples cosas. Por un lado, me ha hecho darme cuenta de que las conversaciones con las paredes, si bien son interesantes de ver, no dan ningún resultado. Poniéndome epicúrea, lo innecesario o inútil se desecha y a otra cosa, mariposa.
Por otro lado, Raist me ha suplicado que me enorgullezca de mi capacidad mimética, de mis ganas de aprender y de mi facilidad para ello. Y eso he hecho: he respirado, he comido *aun cuando el intento fallido era dejar de comer para estudiar* he estudiado más de lo que debía y luego, cuando me sobraba tiempo, he desperdiciado el día. Y no sé si alguien ya lo habrá dicho, pero no hay mayor utilidad que desperdiciar tiempo. No perderlo, desperdiciarlo.
Perder el tiempo es sinónimo de hacer nada fructífero. Desperdiciarlo ya implica hacer algo con él. Así que ni perderlo, ni matarlo *porque se enojaría bastante*: desperdiciarlo.
Finalmente, y para terminar ya que he quedado con un amigo medieval, Raist ha querido que retransmita un mensaje, a parte de la cita que forma parte de mi blog y que es completamente suya, me ha pedido que aconseje un par de cosas: "el primer consejo: nunca aceptes un consejo. El segundo consejo: no te preocupes por ser tú, pensar en serlo, decidir ser otro o envidiar ser otro cuando deberías ser tú. Simplemente sé, deja huella y márchate".
"No soy un loco, ni un pervertido, sólo quiero conocerte como amigo" dicen la mayoría de las personas que justifican su comportamiento, porque tienen la sensación de que necesitan hacerlo.
"Aquí el pensamiento reposa, en su día hizo otra cosa" dijo mi hombre inspirador, Larra, del cual no me atrevo a negar algo.
"Por supuesto, cásense. Si se casa con una buena mujer, será un hombre feliz. Si se casa con una mala, se convertirá en Filósofo" dijo Sócrates, en una de las únicas frases elocuentes que recitó.
"Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo" dijo Franklin, el cual, sin ánimo de mojarse, aseguró que el materialista será capaz de cualquier cosa por lo material.
Y aquí me quiero detener. Es decir, ¿si pienso que con dinero lo puedo lograr todo, seré capaz de hacer todo por dinero? ¿Y por amor, amistad, familia? ¿Por eso no seré capaz de hacerlo todo? Puestos a pensar, si decimos que somos personas de lograr todo lo que nos proponémos, que haríamos cualquier cosa por lo que queremos, debemos de pensar que aquello que queremos debe poder lograr todo.
¿Que yo quiero ser chef? Diría que haría lo que fuera por saber cocinar, e irremediablemente tengo que afirmar que la cocina o la comida es capaz de hacer cualquier cosa.
¿Que yo quiero ir a Francia? Diría que haría lo que fuera por ir a ver el Louvre, o París, o Marsella; e irremediablemente el país o un viaje es capaz de hacer cualquier cosa.
¿Que yo quiero ser marinero? Diría que haría lo que fuera por saber navegar, e irremediablemente tengo que afirmar que el océano es capaz de hacer cualquier cosa.
Y ahora, pensemos: la comida es capaz de hacer cualquier cosa, es capaz de matar por exceso o defecto, es capaz de ponerte enfermo, es capaz de causarte alergia. Un viaje es capaz de hacer cualquier cosa, es capaz de matarte por un accidente de transporte, es capaz de alejarte de tu vida pasada, es capaz de cambiar tus ideales. El océano es capaz de hacer cualquier cosa, es capaz de matarte por un tsumani, es capaz de producir grandes cosechas, es capaz de alegrarte una tarde.
Concluyo, si somos capaces de hacer cualquier cosa, eso quiere decir que esa cualquier cosa es capaz de lograr todo. Curiosamente, a pesar de que puedan lograr todo en ámbitos generales suelen lograr la muerte. Por lo que si aquello que logra cualquier cosa principalmente logra la muerte; somos capaces de hacer cualquier cosa por aquello que logra la muerte.
O bien somos capaces de hacer cualquier cosa por matar.
O bien mataríamos por lograr algo.
¿Cuál de las dos es la correcta? O mejor dicho, ¿cuál no lo es?
Hoy he tenido una larga conversación con Raist, que me ha servido para múltiples cosas. Por un lado, me ha hecho darme cuenta de que las conversaciones con las paredes, si bien son interesantes de ver, no dan ningún resultado. Poniéndome epicúrea, lo innecesario o inútil se desecha y a otra cosa, mariposa.
Por otro lado, Raist me ha suplicado que me enorgullezca de mi capacidad mimética, de mis ganas de aprender y de mi facilidad para ello. Y eso he hecho: he respirado, he comido *aun cuando el intento fallido era dejar de comer para estudiar* he estudiado más de lo que debía y luego, cuando me sobraba tiempo, he desperdiciado el día. Y no sé si alguien ya lo habrá dicho, pero no hay mayor utilidad que desperdiciar tiempo. No perderlo, desperdiciarlo.
Perder el tiempo es sinónimo de hacer nada fructífero. Desperdiciarlo ya implica hacer algo con él. Así que ni perderlo, ni matarlo *porque se enojaría bastante*: desperdiciarlo.
Finalmente, y para terminar ya que he quedado con un amigo medieval, Raist ha querido que retransmita un mensaje, a parte de la cita que forma parte de mi blog y que es completamente suya, me ha pedido que aconseje un par de cosas: "el primer consejo: nunca aceptes un consejo. El segundo consejo: no te preocupes por ser tú, pensar en serlo, decidir ser otro o envidiar ser otro cuando deberías ser tú. Simplemente sé, deja huella y márchate".
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