{Es lo que tiene}
Es lo que tiene seguir una broma hasta el infinito, que probablemente no sea un ocho al revés sino un continuo cachondeo hasta que la broma se hace tan independiente y autónoma que actúa por voluntad propia, posándose en las mentes de los colaboradores que pasan a ser víctimas de la broma. Visto así, la broma se convierte en dueña y señora.
Es lo que tienen las orgías, que al principio parecen inofensivas, como algo pequeño y normal, y ya se sabe: where fit in two, fit in three and five, six, seven...Visto así, las orgías se convierten en un desmadre incontrolado.
Es lo que tienen las despedidas, que son bonitas, feas, agradables, desastróficas, amables, comprometidas, aprovechadas, desconsideradas...Sentimientos y circustancias contradictorias que, de una manera u otra, sólo pueden traer algo positivo. Porque se abren puertas y se cierran otras, porque simplemente colgamos el cartel de cerrado o de vacaciones, pero al final se vuelve a quitar. Visto así, las despedidas son sólo nominar a unas personas que se salvarán.
Es lo que tiene el no comer, que a una se le va la olla más de lo normal, que empieza a suplicar comida, a oler el papel de los libros, a soñar con empanadillas, con panes y arroces, con Jesús y sus peces...Lo que viene siendo un desvarío de los comunes. A pesar de que la solución está en una ensaladilla con tenedor incluido. Visto así, pareciera que el pasar hambre es sinónimo de poder escuchar el agua de tu barriga.
Es lo que tiene el que lleguen las vacaciones, que una está contenta no porque sí, sino porque se terminan los exámenes, no hay presiones *o por lo menos no más de las normales*, la vida es maravillosa y puede disfrutar de los días sin amargarse por nada importante. Visto así, ¿quién diría que las Navidades son malas?
Es lo que tienen las miradas de reojo, y las sonrisas entre codos, que cada una las pilla a su manera, de forma muy sencilla, pero al fin y al cabo las pillan todos. Luego vendrán los acorralamientos entre libros y el usar el móvil para mandar mensajes *lo que serían los modernos "mensajitos en papelitos"*, también las amenazas apelando a una posible muerte. Visto así, pareciera que el entenderse sin palabras lleva irremediablemente al suicidio.
Es lo que tienen los sueños, que están al final del camino, camino por el que ya te encontrarás a alguien que te diga lo mucho que te queda para llegar a ellos, sin que con eso consigan desanimarte. Mientras, siempre se puede dar rienda suelta a la imaginación, o practicar para que, aunque sea levemente, una ya vaya preparada. Visto así, pareciera que soñar despierto, al fin y al cabo, no es tan malo.
Y problablemente todo esto tenga muchas mas visiones y tenga muchos más porqués, peros, sinsabores, parecidos, sinónimos, antónimos y demases. Porque es lo que tiene la vida, que cada cosa se la toma uno a su manera. Problablemente los cambios de opiniones sean lo que tiene el pensamiento, que tanto estás en una cosa como se te viene otra a la cabeza y uno se queda tan pancho y feliz. Feliz con motivos, porque sí, de herencia, genéticamente, inapropiadamente, por boberías, por ideas y claramente, visto así nadie se metería con un filósofo que yo me sé.
Y sin hacer las maletas, a punto de probarme más ropa decisiva, a punto de ser testigo presencial/protagonista de una declaración resabida *hay veces que una Darling ve más allá que los demás. Una Darling, una clase, un instituto y un poco de sentido común*; y como consecuencia, claro está a punto de llamar a mis chismosas desconsolada, o patalear por no poder contar los chismes cuando una debe. Y es que estas cosas esperadas son así, una se las ve venir pero el comentarlas siempre es emocionante y alucinante.
Es lo que tiene el amor, que uno ve venir el que no quiere; el que quiere lo ve venir todo el mundo menos uno; algunos se les ve venir de una manera totalmente contraria a la final *y luego se comprueba que no, que venía como pensábamos*; y otros se les ve venir, pero sin embargo y de una manera casi pasmosa, nos aplasta en un rincón y nos deja patinando. Visto así, se diría que el amor es traicionero de narices, y que anda más borracho que una persona al salir de una habitación calurosa.
Es lo que tienen las orgías, que al principio parecen inofensivas, como algo pequeño y normal, y ya se sabe: where fit in two, fit in three and five, six, seven...Visto así, las orgías se convierten en un desmadre incontrolado.
Es lo que tienen las despedidas, que son bonitas, feas, agradables, desastróficas, amables, comprometidas, aprovechadas, desconsideradas...Sentimientos y circustancias contradictorias que, de una manera u otra, sólo pueden traer algo positivo. Porque se abren puertas y se cierran otras, porque simplemente colgamos el cartel de cerrado o de vacaciones, pero al final se vuelve a quitar. Visto así, las despedidas son sólo nominar a unas personas que se salvarán.
Es lo que tiene el no comer, que a una se le va la olla más de lo normal, que empieza a suplicar comida, a oler el papel de los libros, a soñar con empanadillas, con panes y arroces, con Jesús y sus peces...Lo que viene siendo un desvarío de los comunes. A pesar de que la solución está en una ensaladilla con tenedor incluido. Visto así, pareciera que el pasar hambre es sinónimo de poder escuchar el agua de tu barriga.
Es lo que tiene el que lleguen las vacaciones, que una está contenta no porque sí, sino porque se terminan los exámenes, no hay presiones *o por lo menos no más de las normales*, la vida es maravillosa y puede disfrutar de los días sin amargarse por nada importante. Visto así, ¿quién diría que las Navidades son malas?
Es lo que tienen las miradas de reojo, y las sonrisas entre codos, que cada una las pilla a su manera, de forma muy sencilla, pero al fin y al cabo las pillan todos. Luego vendrán los acorralamientos entre libros y el usar el móvil para mandar mensajes *lo que serían los modernos "mensajitos en papelitos"*, también las amenazas apelando a una posible muerte. Visto así, pareciera que el entenderse sin palabras lleva irremediablemente al suicidio.
Es lo que tienen los sueños, que están al final del camino, camino por el que ya te encontrarás a alguien que te diga lo mucho que te queda para llegar a ellos, sin que con eso consigan desanimarte. Mientras, siempre se puede dar rienda suelta a la imaginación, o practicar para que, aunque sea levemente, una ya vaya preparada. Visto así, pareciera que soñar despierto, al fin y al cabo, no es tan malo.
Y problablemente todo esto tenga muchas mas visiones y tenga muchos más porqués, peros, sinsabores, parecidos, sinónimos, antónimos y demases. Porque es lo que tiene la vida, que cada cosa se la toma uno a su manera. Problablemente los cambios de opiniones sean lo que tiene el pensamiento, que tanto estás en una cosa como se te viene otra a la cabeza y uno se queda tan pancho y feliz. Feliz con motivos, porque sí, de herencia, genéticamente, inapropiadamente, por boberías, por ideas y claramente, visto así nadie se metería con un filósofo que yo me sé.
Y sin hacer las maletas, a punto de probarme más ropa decisiva, a punto de ser testigo presencial/protagonista de una declaración resabida *hay veces que una Darling ve más allá que los demás. Una Darling, una clase, un instituto y un poco de sentido común*; y como consecuencia, claro está a punto de llamar a mis chismosas desconsolada, o patalear por no poder contar los chismes cuando una debe. Y es que estas cosas esperadas son así, una se las ve venir pero el comentarlas siempre es emocionante y alucinante.
Es lo que tiene el amor, que uno ve venir el que no quiere; el que quiere lo ve venir todo el mundo menos uno; algunos se les ve venir de una manera totalmente contraria a la final *y luego se comprueba que no, que venía como pensábamos*; y otros se les ve venir, pero sin embargo y de una manera casi pasmosa, nos aplasta en un rincón y nos deja patinando. Visto así, se diría que el amor es traicionero de narices, y que anda más borracho que una persona al salir de una habitación calurosa.
1 huellitas