
x.Momento: de vacaciones
x.Estado: motivada
x.Libro: Harry Potter (varios)
x.Serie: Amar en tiempos revueltos
Pumb! Pamb! Pim! Toma! Ñaca! Daca! Zas! Taca! Toma! Dale! Leñe! Auch! Ohh! Ay! Fum! Eyyy!!! ¿Me he expresado con claridad? ¿He sido contundente, explícita y onomatopéyica? Este es un tema atrasado que sin duda no iba a pasar desapercibido por este mi Blog. A pesar de que sabéis que no hablo de ideologías ni de política (que viene siendo, al fin y al cabo, una ideología más) y aún así, más de una vez he hablado de las huelgas que me han acometido y de la Iglesia; hoy he pensado: pues ya es hora. Ya es hora de hablar de un tema tan extendido mundialmente que a nadie va a pasar desapercibido: la JMJ, o en su extensión, la Jornada Mundial de la Juventud (o jornadas).
Aunque a algunos como yo nos gustaría que estas jornadas fueran más Jedis que de otra índole (o como creería un concursante de la tele, más de Joda), no debemos desviarnos del tema y asumir que Madrid se llenó para miles y millones de locos con mochilas y banderas del Vaticano que andaban un poco perdidos en la sociedad. Y no, no es una entrada para meterme con los fervientes jóvenes que me parece tienen un par de narices y todo el derecho del mundo a ser católicos, a lo mejor sí es una entrada para meterme con los fervientes jóvenes que tienen la suficiente locura o la soberana estupidez de predicar a favor de un señor que, en palabras de mi padre, tiene cara de “os voy a joder” (y no es un mensaje subliminal sobre la pedofilia eclesiástica, que conste).
Todos los que nos fuimos de vacaciones hicimos un pequeño huequito a aquellos que tenían que entrar y porque me toca la moral profesionalmente, no voy a extenderme en mis quejas. Pero eso sí, hay que tenerlos bien puestos para parar durante una semana el aeródromo de Cuatro Caminos y encima creerte que no repercute de ninguna manera. Porque aquí lo único que repercute es que el Papa no tenga sitio para dar su misa. Aunque siempre podemos vender un avión caro y peligroso para hacer un huequito, como dijo un cardenal de vete-tú-a-saber-dónde.
Ya, ya voy a parar porque el tema no es meterme con esto, aunque me explaye un poquito. Vi el otro día un documental hecho por Telecinco (intentando dejar a un lado los prejuicios lo vi) sobre la manifestación y demás consecuencias. No es una entrada para meterme ni con laicos ni policías, al igual que no lo es para meterme con los religiosos. Simplemente podría apuntar que los laicos, aunque estaban haciendo una manifestación totalmente legal, podrían haberse guardado los comentarios para su marcha y no tirarlos a la cara de peregrinos que ni iban ni venían. Y que la policía...bueno, bastantes imágenes hemos visto de personas que, sin comerlo ni beberlo y con posibilidades de ser fervientes de Buda, se llevaron palos por no tener una cruz ni una mochilita y, ya se diga todo, ni tan siquiera por tener una pancarta laica en la mano.
Pero esta no es una entrada para meterme con nadie, y bien podría hacerlo mucho más de lo que lo he hecho. Llamadme pacífica, pero de momento prefiero que mis líneas se extiendan, sin quererlo, un poquito más para los feligreses. Viva el Papa, viva el Rey...y ya sabéis.
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