{Se vende: amor}
Pues si ya una vez me planteé vender tiempo, haciendo hasta pancartas para el uso y disfrute de los consumidores o los vendedores, ahora me propongo vender amor.
No sé qué tipo de usos tiene el amor, pero como de momento es una carga que tengo encima que ni siento, ni padezco, ni entiendo, ni sé sus posibilidades de fructuar, me ofrezco a abrir un tenderete: compra-venta de amor.
¡Pasen y vean, pasen y vean! Otra oportunidad como está sólo se ha visto en Harry Potter y sus pócimas de amor. Yo os propongo que me entregéis vuestro amor, y cambiarlo por algún otro sentimiento. Yo os propongo venderos amor, y que a cambio me entregéis otro sentimiento.
A mà me encanta hacer colecciones, de hecho, colecciono monedas. Y coleccionar sentimientos también me apasiona, además de que la gente me demuestra que está dispuesta a vender sus sentimientos a cambio de algo que desean con fervor. A mà me han vendido almas por amor:
Me han vendido amor por amor, dándolo todo en un momento en el que, sin darse cuenta, el amor que les devolvà no era mÃo, sino un amor comprado de otra persona.
Me han vendido sumisión por amor, devoción eterna de una persona que no supo cuando terminar una broma que acabó en pasión desenfrenada.
Me han vendido traición por amor, por partida doble, siendo traición en ambos sentidos dirigida, destruyendo la vida a su paso.
Propongo que me vendáis los sentimientos más negativos: odio, ira, desprecio, compasión, tristeza...para que podáis hacer un hueco en vuestra mente y poder entender un sentimiento tan destructor y maravilloso como el amor.
Propongo que me vendáis los sentimientos más positivos: alegrÃa, diversión, solidaridad, emotivismo...para que podáis hacer un hueco en vuestra mente a los sentimientos negativos que acompañan el amor.
Vended y revended, yo compro y vendo. Compradme ira y celos, para poder sentir el amor en todo su esplendor. Os doy todo mi amor, regalado, a cambio de vuestro sentimiento más oscuro, a cambio de reconocer vuestro secreto más alarmante, vuestro secreto que guarda el mayor de los deseos.
Como aliciente, puedo contaros un secreto alarmante o un secreto lleno de deseo, y probablemente en mi caso sean los dos el mismo. ¿Queréis saberlo? Vendedme un sentimiento.
No sé qué tipo de usos tiene el amor, pero como de momento es una carga que tengo encima que ni siento, ni padezco, ni entiendo, ni sé sus posibilidades de fructuar, me ofrezco a abrir un tenderete: compra-venta de amor.
¡Pasen y vean, pasen y vean! Otra oportunidad como está sólo se ha visto en Harry Potter y sus pócimas de amor. Yo os propongo que me entregéis vuestro amor, y cambiarlo por algún otro sentimiento. Yo os propongo venderos amor, y que a cambio me entregéis otro sentimiento.
A mà me encanta hacer colecciones, de hecho, colecciono monedas. Y coleccionar sentimientos también me apasiona, además de que la gente me demuestra que está dispuesta a vender sus sentimientos a cambio de algo que desean con fervor. A mà me han vendido almas por amor:
Me han vendido amor por amor, dándolo todo en un momento en el que, sin darse cuenta, el amor que les devolvà no era mÃo, sino un amor comprado de otra persona.
Me han vendido sumisión por amor, devoción eterna de una persona que no supo cuando terminar una broma que acabó en pasión desenfrenada.
Me han vendido traición por amor, por partida doble, siendo traición en ambos sentidos dirigida, destruyendo la vida a su paso.
Propongo que me vendáis los sentimientos más negativos: odio, ira, desprecio, compasión, tristeza...para que podáis hacer un hueco en vuestra mente y poder entender un sentimiento tan destructor y maravilloso como el amor.
Propongo que me vendáis los sentimientos más positivos: alegrÃa, diversión, solidaridad, emotivismo...para que podáis hacer un hueco en vuestra mente a los sentimientos negativos que acompañan el amor.
Vended y revended, yo compro y vendo. Compradme ira y celos, para poder sentir el amor en todo su esplendor. Os doy todo mi amor, regalado, a cambio de vuestro sentimiento más oscuro, a cambio de reconocer vuestro secreto más alarmante, vuestro secreto que guarda el mayor de los deseos.
Como aliciente, puedo contaros un secreto alarmante o un secreto lleno de deseo, y probablemente en mi caso sean los dos el mismo. ¿Queréis saberlo? Vendedme un sentimiento.